Mi derecho a criticar la crítica: Matarife




Gran revuelo en las redes sociales ha causado por estos días el estreno de una miniserie supuestamente inspirada en la vida del Expresidente Álvaro Uribe Vélez. Mientras los detractores del senador Uribe esperaban con ansias el estreno, dentro del uribismo el sentimiento de indignación no se hizo esperar.

Trinos y comentarios cargados de ardor y odio volaron desde las dos orillas y causaron una puja de tendencias el pasado viernes en Twitter, sin embargo, estas líneas no serán palestra para la defensa pasional de una de esas dos posiciones, sino mas bien serán un espacio para manifestar algunas críticas argumentadas de su servidor a la serie El Matarife.

Como primera medida inquieta la siguiente afirmación hecha en el minuto 2:20 del primer capítulo:
La tutela, la ganamos. Desde ese momento mi cliente y yo y todo Colombia, quedamos autorizados para tratar de Matarife, paramilitar, asesino, corrupto y narcotraficante, a este señor (Álvaro Uribe)
Esta afirmación es desmentida por la sentencia T-583/06 de la Corte Constitucional acerca de los efectos erga omnes de los fallos de tutela que reza: 
Nunca los efectos de la decisión de tutela son erga omnes; en todos los casos, aun en aquellos en que la decisión de tutela rebasa los efectos estrictamente Inter partes del proceso, éste se traba entre una persona o personas que denuncian la vulneración de sus derechos fundamentales, y otra u otras a quien o quienes se imputa dicha violación.” 

En cristiano, lo que dice la Corte Constitucional en su sentencia es que en ningún caso el fallo de una acción de tutela es de aplicación general (Erga Omnes) sino que solamente tiene aplicación entre las partes involucradas en dicha tutela (Inter Partes). Así las cosas, es totalmente falso que todo Colombia este autorizado a tratar de matarife al senador Uribe.

Siendo evidente la falsedad de dicha afirmación, hecha entre otras cosas por un “abogado experto en DDHH” como se define a si mismo el señor Daniel Mendoza, queda claro que la intención de hacerla es empoderar a los críticos del uribismo para envilecer aún más el lenguaje del debate político nacional. Efecto que no sufrirá en carne propia el senador Uribe, sino todos aquellos que de una u otra manera participamos en dicho debate defendiendo, no a una persona, sino una serie de ideales que consideramos correctos dentro de nuestro derecho a pensar libremente. He ahí mi primera critica a la serie: Este país no necesita más veneno y menos viniendo de un sector que dice abogar por la libre expresión y se autodenomina como defensor de la paz y la reconciliación.

Para terminar, preocupa de sobremanera la clara intención de justificar el ataque terrorista perpetrado por las FARC contra el Club El Nogal en el año 2003, acción que dejó como saldo 36 civiles muertos y más de 158 heridos. Dibujar dicho establecimiento como un bunker de paramilitares y delincuentes de cuello blanco, evidentemente deja en el subconsciente del espectador desprevenido, una justificación política a aquel cobarde asalto contra civiles desarmados. Independientemente de si las instalaciones de dicho club en algún momento fueron o no usadas para lo que allí se cuenta, una acción terrorista como esa nunca puede ser entendida como justa, venga de donde venga. Vale la pena recordar que los culpables de este atroz atentado hoy caminan como hombres libres gracias a la impunidad otorgada por la JEP. Si las cosas continúan por este camino, en unos años serán ellos reconocidos como victimas y el atentado entendido como un acto de defensa propia. Lamentable

En conclusión, creo que la serie en lugar de ser un instrumento informativo y de carácter documental como dice serlo, es más un vehículo en el que viaja una efectiva mixtura de veneno, mentiras, verdades a medias y mensajes políticos, que buscan pescar en rio revuelto. Con todo lo anterior en mente no creo que el correcto proceder para hacerle frente a esta serie sea intentar censurarla, eso solo la bañaría de la credibilidad que carece; considero entonces que el camino es, entendiendo el contexto democrático en el que nos encontramos, que los que tengamos algún reparo con lo dicho en ese material audiovisual, levantemos nuestra voz y hagamos públicos nuestros comentarios, dentro de nuestro derecho a criticar la crítica.

Jorge Luis Rodríguez Cortés
@JorgeRC11945

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