La cara joven de la vieja política


(Foto tomada de Internet, crédito al autor)




Escuché el título de esta columna en un conversatorio hace más o menos ocho días, desde ese instante la frase me ha venido dando vueltas en la cabeza, hoy, después de mucho pensarlo, considero necesario escribir estas líneas desarrollando dicha expresión para mandar un mensaje (sí, otro más), a todos aquellos jóvenes que deciden incursionar en la política desde el CD y ¿por qué no? también a credenciales y directivas del partido.

Luego de más de tres años alejado de la política partidista juvenil, a mi regreso, encuentro un panorama desalentador. Sin importar que en ese tiempo en Colombia se hayan dado importantes cambios en la forma de hacer política, impulsados principalmente por el Gobierno del Presidente Duque, hombre joven dedicado con alma y corazón a la construcción de un mejor país por medio de una agenda moderna, ejecutada a través de un gabinete ministerial joven y preparado, en su mayoría sin trasegar político, veo con preocupación como en un sector de juventudes del CD se siguen haciendo las cosas como si estuviéramos en la década de los 90. Luego de una ausencia de tres años, a mi regreso, me encuentro con los mismos “lideres” de juventudes que actúan como politiqueros de vieja data, que creen que el objetivo de la política juvenil es tomarse fotos en palcos VIP con la crema y nata de la política de su región y consideran que su “liderazgo” se deriva de hacer parte del grupo de favoritos de determinada casa política. Además, no contentos con esta suerte de despropósitos, replican en su proceder actitudes petulantes que no he visto ni en los más encumbrados líderes políticos de nuestro tiempo, actitudes que van desde excluir de las estructuras a jóvenes que no siguen a su jefe político, hasta matonear a quienes desde su libertad intentan ser una alternativa a ese tipo de “liderazgos” tan perjudiciales.

Resulta también muy decepcionante ver como después de tres años, hay jóvenes que siguen atornillados en posiciones de liderazgo regional (valga la pena decir que llevan en total seis años) impidiendo que esas estructuras se oxigenen y cumplan su función primordial de impulsar nuevos liderazgos para el partido en todo el territorio nacional. No contentos con esa perpetuidad, algunos de estos “líderes” se dedican exclusivamente a atacar iniciativas frescas que llegan a estimular las dinámicas regionales de juventud y a proponer estrategias para preparar al partido frente a los nuevos retos que tendrá que enfrentar en el futuro cercano. Esos comportamientos, cohonestados por una inacción cómplice por parte de algunas directivas del partido, está acabando con cualquier trascendencia que pueda tener el CD en los años venideros.

Finalmente, quiero dirigirme a los jóvenes que me leen y aún no han caído en esta clase de comportamientos y tampoco se han ido del partido impulsados por el hastío de ver como todo lo escrito anteriormente no cambia para bien, sino que se agudiza. A ustedes les digo que no desfallezcan, les pido que por el contrario unamos esfuerzos sin importar el grupo político o facción a la que pertenezcan, los invito a que demos la pelea por una política bien hecha, basada en el servicio a la sociedad; una política con principios, fundamentada en la meritocracia y no en amiguismos; una política juvenil que no esté al servicio de determinada credencial, sino que por el contrario sea independiente y crítica ante cada actuación del partido, siempre con ánimo de construir y mejorar; una política que transforme para bien, en vez de ahondar en lo perjudicial; en fin, una política que inspire y no que excluya. Los invito a acompañar los esfuerzos de la mayoría que sueña con que el CD trascienda a ser un espacio de discusión y debate de ideas además de una cantera de líderes con ganas de transformar el país.

Hoy escribo estas líneas a manera de reflexión y espero que lleguen tanto a jóvenes como a credenciales y directivos del partido, como una invitación a que entre todos trabajemos para darle al CD un futuro que en verdad le sirva al país y personifique los valores de servicio y cercanía con la comunidad que tanto reclama la sociedad colombiana.

Jorge Luis Rodríguez Cortés
@JorgeRC11945

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